viernes, 2 de diciembre de 2016

Reseña: Los caminantes. Tempus fugit

Los caminantes. Tempus fugit.

Carlos Sisí.

Reseña de: FJ Arcos Serrano.

Minotauro. Col. Terror. Barcelona, 2016. 384 páginas.

Después de la catástrofe de Barcelona, los personajes han vuelto a Térmens, Lleida, donde siguen luchando por sobrevivir. Las cosas no marchan bien porque algunos de los Aeternum, privados de los procesos biológicos químicos del cuerpo, están cayendo poco a poco en un estado plano de existencia. Juan Aranda sabe que el destino de la comunidad está en peligro y el profesor Jukkar le pide volver a Carranque para encontrar la solución a sus problemas.

Carlos Sisí ha vuelto al género zombie con la quinta parte de Los Caminantes, una saga que ha encumbrado al escritor malagueño a lo más alto de popularidad, vendiendo libros como rosquillas y firmando ejemplares por donde pasa.

Intentaré mostrar mis sensaciones al respecto de este Tempus fugit, pero intentando no incurrir en spoilers, así que desde ya aviso que la tarea es hercúlea y me tendré que morder la lengua en más de una ocasión…

Diremos que a pesar de que su anterior parte, Aeternum (entrega igualmente adictiva, todo hay que decirlo), fuera un libro escrito bajo presión popular, me ha sorprendido muy gratamente esta continuación donde se nota a un escritor más seguro de sí mismo sobre todo en la fluidez de las escenas, sin incurrir en secuencias forzadas, elemento que caracterizaba algunos pasajes de sus anteriores novelas.

En esta nueva entrega podemos ver cómo el escritor sigue dando protagonismo a los vivos, dejando en un segundo plano a los caminantes, característica que ya vimos en la anterior entrega de la saga. No os penséis que la acción se relaja en estas páginas ya que tendremos a un sucesor muy digno del padre Isidro, personaje en la sombra que nos dará unas escenas magníficas que se quedarán grabadas en nuestra retina durante mucho tiempo.

Es digno de mención el tono pesimista y decadente que sobrevuela toda la novela, donde vemos a unos personajes apesadumbrados y cansados de tanta amenaza, detalle que particularmente dice mucho de la nueva forma de narrar de Carlos Sisí.

Es importante destacar lo difícil que es alcanzar el equilibrio entre detenerse o demorarse en escenas, digámoslo así, más íntimas y conseguir al mismo tiempo que la novela fluya de forma natural, y en esto el amigo Sisí ha alcanzado su madurez plena como escritor.

En definitiva, Tempus fugit es una intensa y poderosa continuación que corre el peligro de compararse con las anteriores entregas (los humanos somos así…), detalle que ruego no hagáis ya que seguramente pierda en el balance final con respecto al impacto inicial de las primeras porciones de la saga.

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